Heridas y
hemorragias
-Una herida es una lesión que se produce en
el cuerpo. Puede
ser producida por múltiples razones, aunque generalmente es debido a golpes o
desgarros en la piel.
Dependiendo de su gravedad, es necesaria asistencia médica.
Es toda pérdida de continuidad en la piel (lo que se
denomina "solución de continuidad"), secundaria a un traumatismo. Como consecuencia de la agresión de este
tejido existe riesgo de infección y posibilidad de lesiones en órganos o
tejidos adyacentes: músculos, nervios, vasos sanguíneos.
Las heridas pueden ser graves en función de una o varias
de estas características:
Profundidad.
Extensión.
Localización.
Suciedad evidente, cuerpos extraños o signos de
infección.
-La hemorragia es la salida de la sangre desde
el aparato
circulatorio, provocada por la ruptura de vasos sanguíneos como
venas, arterias y capilares. Es una situación que provoca una pérdida de
sangre, y puede ser interna o externa.
¿Cuáles
son las heridas graves?
En general, todas las heridas que precisen
asistencia sanitaria y que no sean erosiones superficiales. Para
distinguirlas, suelen presentar alguna de estas características.
- Bordes que no se juntan o que son rugosos, y que miden
más de 2 o 3 centímetros.
- Dejan ver tejido subcutáneo, músculo o hueso.
- Afectan a articulaciones, manos, pies, ojos y genitales.
- Son profundas o se han realizado con un objeto
punzante.
- Penetran en cavidades.
- Tienen introducido un cuerpo extraño.
- No se pueden limpiar de manera adecuada.
- Se han producido por la mordedura de personas o
animales.
¿Qué
debemos hacer?
- Evita el contacto con la sangre tanto para
evitar la infección de la lesión como para tu protección. Para ello, lávate las
manos y ponte guantes desechables.
- Detén la hemorragia presionando directamente sobre
la herida, si no se ha parado espontáneamente.
- Limpia la herida con agua corriente y fresca a
chorro. Deja que el agua corra encima de la herida para que arrastre los
cuerpos extraños (tierra o restos de tejidos) hasta que no quede suciedad.
- Seca la piel de alrededor sin tocar la herida. Si un
cuerpo extraño está clavado en la herida, intenta sujetarlo para
evitar su movimiento.
- Cubre la herida con un apósito estéril o un
pañuelo limpio y seco.
- Acude al médico para que valore el estado de la herida
y valore si el niño o el bebé está vacunado contra el tétanos.
- Vuelve a lavarte las manos después de haber
prestado el primer auxilio.
Lo que no
debemos hacer en caso de heridas
- Frotar la herida para quitar la suciedad.
- Retrasar la asistencia médica. El plazo para que se
puedan aplicar puntos de sutura en una herida es de un máximo de 4 a 6
horas desde que se produce.
- Poner vendajes apretados para evitar que
sangre.
- Cauterizar (quemar) la herida.
- Poner antisépticos, pomadas, ungüentos o antibióticos
sobre la herida.
- Intentar extraer un cuerpo extraño clavado sobre
la herida.
- Usar algodón y alcohol, en cualquiera de sus
formas.
La infección es un riesgo común en las heridas: en las
superficiales porque suelen ser extensas, y en las punzantes por la
profundidad. Los signos y síntomas que puede presentar una herida son:
- Inflamación y edema en los bordes.
- Enrojecimiento del contorno de la herida.
- Calor local, dolor y sensación de pinchazos en la
herida.
Y si la infección está avanzada, se añadirá:
- Exudado de la herida de color amarillo-verdoso (pus).
- Fiebre y malestar general.
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